domingo, 5 de abril de 2015

martes, 17 de marzo de 2015

#projectsingapore

Hay quien considera que el afán por compartirlo todo en las redes sociales ha frivolizado nuestras vidas. No les falta razón. Muchos en algún momento hemos dejado de disfrutar de algo para poder compartirlo en las redes sociales y que todos vieran como "disfrutábamos" de algo. El ego es algo bastante intrínseco a la naturaleza humana. Dicen que las vidas de la gente son mucho más aburridas de lo que sus redes sociales reflejan, cosa bastante triste si consideramos que la mayoría de las vidas que reflejan las redes sociales ya son bastante aburridas y, sobre todo, superficiales.

Por otro lado, las redes sociales también tienen una gran parte buena. Aunque sea superficialmente no perdemos el contacto con la gente que tenemos lejos. Creedme si os digo que eso se agradece cuando cambias de país cada dos por tres. Tanto para los que viajan más como para los que viajan menos las redes sociales pueden ser una manera de acercarse al mundo, de ver sitios que no verían de no existir internet. Es ciertamente una visión muy limitada, e incluso superficial, del mundo, pero es mejor que simplemente no ver nada más allá de lo que tienes al lado.

El compartir experiencias y viajes puede ser también muy enriquecedor para el que lo hace. Cuando sabes que vas a escribir sobre algo te esfuerzas más por captar la esencia de las cosas. Si te gusta la fotografía y la practicas con frecuencia tu visión de las cosas cambia. Ya no vas distraído sin prestar atención al alrededor, vas buscando una foto que transmita la esencia del lugar donde te encuentras. Esa búsqueda te hace reflexionar sobre cuál es esa esencia, y cambia tu perspectiva. Te informas mejor sobre los sitios que visitas, preguntas más a la gente local y al final intentas que toda tu vivencia quede plasmada en una pequeña serie de fotografías, o en un post de tu blog, o en un artículo de una revista. Ese ejercicio de documentación, investigación e incluso introspección no deja de ser una manera distinta de viajar.

Es por estos motivos por lo que he decidido empezar un proyecto fotográfico. Aunque la fotografía nunca ha sido muy fuerte llevo ya más o menos un año mejorando poco a poco mi técnica y aprendiendo sobre el tema. Así he decidido llevar la cámara encima día y noche (espero no perderla) y subir al menos una fotografía diaria a mi cuenta de Instagram. Intentaré que sean, claro está, fotografías con cierta calidad, pero sobre todo intentaré reflejar lo mejor posible la experiencia de vivir en Singapur. Esta es una ciudad especial, y me gustaría que lo vierais como y lo veo.

Podéis seguir la evolución del proyecto siguiéndome en Instagram, y os dejo la primera fotografía de la serie.





miércoles, 11 de febrero de 2015

Comidas rarunas asiáticas III. Bichos

En mi reciente visita a Bangkok no pude evitar la tentación de explorar un poco la gastronomía raruna. He de confesar que iba un poco acobardado, ya que en Malasia pillé una intoxicación que me dejo con gastroenteteritis una semana enteras. Sin embargo, no explorar aunque sea un poco la raruneces tailandesas es algo que no me perdonaría. Además es una oportunidad para acercarme un poco más a mi único ídolo verdadero. 

Así que cámara en mano me dirigí a una zona de comida muy popular para turistas, donde era seguro que encontraría algunas delicias gastronómicas únicas. No me equivoqué. Además de comida tailandesa normal no faltaban los puestos con insectos, arácnidos y gusanos.




martes, 27 de enero de 2015

El zodiaco chino, el año de la cabra y las cesáreas programadas

Si hay algo que caracteriza al pueblo chino es lo supersticiosos que son. Incluso en una ciudad avanzada como Singapur se encuentran por todas partes acupunturistas y reflexólogos. Los libros de pseudociencia médica ocupan gran parte de los estantes de cualquier librería, y en cualquier sitio están vendiendo amuletos contra la mala suerte o similar. 



lunes, 12 de enero de 2015

Sri Mariamman Temple, el horror vacui hindú

Singapur es una de las ciudades más multiculturales del mundo, conocida por la convivencia de distintas religiones. Así, muy cerca del templo chino de Buddha Tooth Relic Temple, se encuentra otro templo de otra religión. El templo hindú de Sri Mariamman. 

Este es todavía más impresionante, y es que a los hindúes le encantan las estatuar y padecen un cierto horror vacui. La misma entrada ya está decorada con una infinidad de estatuas de distintas deidades y budas.